Rocío, sevillana y Carlos Catalán, eran policías. Carlos tuvo que irse a Sevilla por sus padres. Era hijo único, su padre tuvo un accidente laboral y le recomendaron un lugar con calor para su pierna, y aunque la madre de Carlos era andaluza de jaén, prefirieron mudarse a Sevilla. Ya que en el pueblo de Jaén, no tenían ya familia. Y Sevilla era tan bonita…
Y así es como Carlos hizo todo lo que estuvo en sus manos para cambiarse a Sevilla.
compartió la comisaría y el coche policial con Rocío. Y se enamoraron. Pero la vida no fue un camino de rosas…
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